domingo, 28 de enero de 2007

Sobre Blenk

Sé que eres rubia, de pelo rizo y ojos azules. Lo sé, como también sé que eres de Virginia, de ahí tu apellido anglosajón.

Saeglopur



Hacía mucho tiempo que ningún videoclip me decía nada.

viernes, 26 de enero de 2007

Viaje divertido continuación


...cuando conocí a Alba, Laura, Paula y Sheila que, en total y juntas, sumaban unos 20 años. ¡Qué viaje tan divertido! Y todos los pasajeros iguales, con la misma cara de amplia sonrisa estúpida.

Sheila-culo-inquieto me confesó un secreto: en el tren no se podía mascar chicle, aunque Alba me defendió diciéndole como cien veces que sí, que sí se podía.
A Laura sólo se le veían unos ojazos verdes entre bufanda y gorrito y alguna tímida sonrisa echaba cuando me veía hacer globos con el chicle.
A Paula creo que le daba miedo, por el pelo o algo así, pero Sheila me dijo que Paula tenía tres gatos, T R E S !!!

:_)

Imagen

Otra vez me fui sin una foto tuya
y eres tan preciosa...

Viaje divertido

Mi mp4 estaba sin batería y llegué al tren escuchando el tráfico. Nos dividimos, Sara, Antía y María en un grupo de asientos de cuatro. Laura y yo en otro grupo de cuatro, al otro lado del pasillo.
Estaba pensando en el viaje aburrido que me tocaría cuando todas se enchufaran cascos y me dejaran marginada cuando...

jueves, 25 de enero de 2007

Sigue oliendo fatal

No he venido a la bilioteca a la hora de siempre. Llegué tarde y no lavé mi plato ni le di a la cocina... Me he puesto a estudiar a las cuatro y media y los párpados se comían mis ojos, pero estando sóla me dá no-sé-qué-que qué-se-yo y no subo. Así que en dos horas y media no pude más y subí. El aula de informática no estaba petada así que... aquí estoy, sintiéndome mal y compartiéndolo con algunosnáufragos.
He quedado dos veces, con Pablo en unos minutos, con ellas en hora y media. Y me voy a emborrachar. Con Albariño y Negrita. Y vamos a celebrar los 21 de Sara. Con Albariño y Negrita.

Cuánto mal se respira

Tengo un problema con los exámenes, no me pongo nerviosa (no en los que sé de sobra que voy a aprobar (véase únicamente inglés)), pero en este cuarto examen de Inglés III, he vuelto a hacer lo de los anteriores, pero más agravado. Empezamos bien entrada la una del mediodía. Eran, para traducir, de una Sentencia, cuatro párrafos como cuatro soles. Y acabé a la una y media bien pasada. Al principio del final tenía pretensiones de ponerme a repasar, pero justo cuando he puesto el punto final, se me han ido las ganas, me he levantado y he entregado. No revisé una mísera línea y, para el ranking de entregas (la cuarta) no pinta nada bien teniendo en cuenta que faltaban diez Ases para entregar, entre ellos el que se sentaba detrás de mi, que me dijo en una preocupada y frenética pregunta lo siguiente : ¿¡¿ya acabaste?!? y creo que las exclamaciones (que hacen de embutido) vienen a expresar el tono de pánico de su voz. Pero tenía ganas de largarme y no es que la clase de inglés irradie ningún sentimiento negativo. Puede ser, quizá, por ello. Quizá me dé pánico el después, el salir y juntarse con los demás alumnos (todos ellos majísimos (menos el delegado, que es un poco jilipoyas (con j e y))) y comentar el examen y despedirnos hasta siempre, porque ya se acabó inglés en toda mi carrera y qué mal, era genial. Pena que no me quedase hasta el final del examen...

miércoles, 24 de enero de 2007

Arlène

Hacía unos minutos que se había cortado las uñas. Se las había cortado con saciedad, traspasando el límite a partir del cual se empieza a sentir dolor, en ese límite tras el que diez corazones más comienzan a latir en la punta de los diez dedos.
Pero ahora, sus dedos de la mano derecha ya no latían. La calle era larga y el problema de aparcamiento enorme, por eso, en los siguientes minutos, no los sentiría, con su consiguiente prolongación, pues la escarcha de los coches, en las primeras luces del día, resistía con dignidad y valor.
Su mano izquierda poco le importaba, su cigarrillo seguía los vaivenes de ésta, acompañándose de un rastro de humo.
Los rizos que le caían sobre sus hombros acompasaban su tristeza y unas tímidas lagrimillas comenzaron a ascender, porque ella lloraba hacia arriba... y en silencio.

viernes, 19 de enero de 2007

the Happening


Estaba pensando sobreviviendo con mi sister en New Jersey, ella me dijo que era una vida buena allá, bien rica, bien chévere. ¡Y voy! ¡Puñeta!
Así que en eso estaba yo, pensando en mi nueva adquisición, Bossanova, cuando me asaltó la duda de los discos de segunda mano: ¿Quién es capaz de desprenderse de un disco? Más aún teniendo en cuenta que está en una tienda, no es que se lo hayas dado-regalado a un novio, a un amigo, a un ex... Está en una tienda, rodeado de decenas de discos como él, que descubrieron primero el amor de su propietario y por último su desamor e incluso su odio, condenados a un escaparate o a una estantería en la que será tocado por muchos y manoseado por más, hasta que encuentren a un rescatador -que no tiene por qué ser de Cangurolandia- y sus dulces manos lo lleven hacia el mostrador y, tras unos minutos en una bolsa, lo saque para enamorarse de nuevo, los dos, rescatador y rescatado, y descansar por fin no ya entre discos impersonales que inspiran temor y tristeza, sino entre discos amados y amantes.
Por eso Bossanova se quedará aquí, a mi lado. Para siempre.

jueves, 18 de enero de 2007

Achús

Las uñas rojas cada vez me gustan más.

en pequeñito

Comer, dormir, sonreír, pasear, caminar, fumar...

y pensar en ello. Darle mil vueltas no cambiará nada, pero sigo haciéndolo, sin tener por qué. Torturar no es la mejor solución y eso lo saben muy bien los residentes de Guantánamo, por eso me leí el panfleto hoy a la mañana, mientras aguardaba a que mi número apareciese en los turnos para la ducha y mientras buscaba, también, deseseperadamente, mi batería del móvil por toda la habitación; y es que dormir con el debajo de la almohada no es bueno y menos si lo cambias de sitio y lo acuestas contigo, esperando una vibración que no llega.

sábado, 13 de enero de 2007

viernes, 5 de enero de 2007

As we live and learn

Treinta minutos, veintiocho segundos. Esa será la primera de muchas, me susurró mi conciencia unos diez minutos después, cuando trataba de despejarme en la ducha... Y en menos de doce horas mis dedos marcaban por primera vez ese número desconocido en medio del aturdimiento. Se acabó pronto y ,defraudada, me alejé del aparato. Dos minutos después, volvía a sonar el cuerno de Satanás; inesperadamente, volvió a emitir sonido, taladrándome el alma sin poder evitarlo.
Los minutos pasaron volando, mi mente intrigada se dejó llevar, mecida por el viento que amainaba.
La Montaña se cayó sobre mí, pero agunaté el tipo bajo su avalancha de piedras inocentes y le respondí con un corte en la mejilla derecha que no me dejaría vencer tan fácilmente.
Por eso se marchó y me volvió a dejar sóla en una cueva cuyo eco parecía sacado del corazón de otra persona que vivía mis inquietudes y soñaba mis deseos.

miércoles, 3 de enero de 2007

a veces, me siento algo así



Nueva apariencia

Eres completamente distinto. Ahora tienes más vida, más color y también estás mucho más personalizado. En resumen, más bonito, para mi gusto; no tan simplón como antes.
Este cambio de estética, teóricamente no tiene lugar de origen, pero en la práctica se puede relacionar.
Un cambio en mivida, todo junto, como había escrito en algún papel desordenado de mi minicarpeta verde, cuyo contenido nunca -o casi nunca- mostraré. No lo digo para aumentar curiosidad, ni para hacerme la interesante; lo digo porque no estoy preparada, porque me quedan muchas cosas por hacer, entre ellas, volver a montar a caballo, dejarme flequillo o cambiar el color marrón-tierra de mis ojos por un azul-mar.
Últimamente, las ganas de montar a caballo se sobreponían sobre las demás, pero ahora no sabría ordenar mis prioridades. Qué chasco.

lunes, 1 de enero de 2007

Liquidación en dos sentidos.

No tuve un último post del año. No tenía nada que decir, nada que contarme a mí misma. Hoy sí, porque odio este día, el uno de Enero, a partir de que la cama se mete con uno después de que los cotillones se agoten en todos los bares.
Por eso creo que me estoy muriendo. Desde hace unas horas. Y cada vez estoy más cadavérica, aunque no tenga espejo.
Estoy replanteándome la vida, una vez más. Creo que me gusta el caos o eso creen mis dos amigos más cercanos. Por eso me la replanteo de nuevo, para que el lobo me vuelva a amenazar con soplar hasta lograr derrumbarme en mi cabaña de madera, porque soy la mediana.
Ayer la protagonista de mi cabeza fue la Cuarta Paranoia y me estaba volviendo loca, pero loca de verdad, de las de pelo sucio pegado a la cabeza, bata y ojeras. Cuando ya estaba calzándome la bata, me dieron la razón y menos mal, el rosa no me sienta nada bien.
En cuanto a la familia genética por narices: bien, como siempre. Tan hipócritas con la rama mala de la familia como es habitual. Aunque ahora que lo pienso, no nos hablaron de muerte. De sus muertes futuras, quiero decir. Del momento en el que lloraremos sus cadáveres con ojos rojos de remordimiento. Y es que era fin de año, no podían hacernos eso delante de la rama buena de la familia, quedaría feo.
Y tal.
Me voy a morir.
Gracias por la lectura, Mia.