A Irún...

El ruido rodeándome. Las voces mordiéndome. Las puñaladas clavándoseme en ambos costados...

Nota escrita a correr

Palabras sin sentido naufragando en un mar de incertidumbre. La falsedad apesta en un ambiente abierto. Complots por todas partes, conspiraciones y traiciones. Fidelidad cero. Todas contra una, una contra todas. Pactos endiablados, preferencias, negaciones, mentiras, orgullo, encubrimientos...
En medio, flotando entre nenúfares, sin saber que hacer, sin saber a quien creer, sin saber que rumbo, que bando, que alianzas tomar, sin saber de que parte formo en esta guerra sin nombre y sin sentido, en estas batallas rastreras y desvergonzadas, luchando a la deriva desde otro bando que no corresponde a nadie, sólo a mi corazón, sólo a mis decisiones y mi intuición.

La Gran Marina

La gran Marina es falsa. No existe una gran Marina, pues Marina no es grande. Que no sea grande todos lo sabemos, es evidente. Aunque se puede llamar a alguien así sin necesidad de que sea físicamente imponente, pues se puede ser grande en otros aspectos, pero Marina no.
Marina no es una gran deportista, ni tampoco una gran bailarina, de hecho, no tiene ninguna atribución física como para llamarla "La Gran Marina".
Pero, ¿qué hay del aspecto intelectual? Marina no tiene buenas ideas sobre política o religión... ni siquera puede soltar un gran discurso. Podemos decir que no tiene grandes ideas; así que tampoco se le puede llamar "gran" en ese sentido.
Marina no da al mundo lo que se espera de una persona anónima, no aporta nada a a la sociedad, es totalmente prescindible. Tampoco es una gran estudiante, nunca lo fue y lo sabe, pero lo que no sabe es que tampoco es una gran amiga: no ofrece grandes consejos a sus amigos, a veces no es buena con ellos y se enfurece sin tener por que, tampoco cuenta grandes chistes o anécdotas, ni se inventa grandes historias. Marina no es una gran NADA. Lo que no se yo es por que lleva esa pulsera, ya que es todo mentira.


Algún día, a principios de Julio.

Le pire jour

Olor a tierra húmeda, cabezas agachdas y pies arrastrándose. El sol pega en nuestros cogotes pese a que el reloj marca las ocho de la mañana. Se respira desilusión y rabia. Nîmes deja de ser una ciudad romana encantadora para convertirse en una ciudad opresiva...

Los peores momentos de mi vida/4

...
Mi padre, frenético, pide a gritos mi ayuda, aunque no se explica bien... salgo y el pánico me devora. Thor se desangra a borbotones, no para, se lame pero la sangre no se contiene. El pavor inunda mi cuerpo y no me deja pensar con claridad. SANGRE. Esta idea se expande en mi mente, no reacciono, sólo gimo.
Mi padre se pone nervioso y corre a llamar al veterinario. Sola, Thor, Sangre. Ganas de vomitar, calor en la nuca, mareos... Tapar, tapar, tapar, tengo que tapar esa herida, REACCIONA!
Papel de cocina, enrollo su pata, no es suficiente, se tiñe de rojo. Los nervios me fallan, DESESPERACIÓN. Más papel. Llamada terminada. Coche y al veterinario. Mientras las calles pasan lentamente por mi lado, Thor, aunque enfrente de mí, se aleja. Presiono la toalla que envuelve su corte para intentar para la hemorragia, y en vano noto en mis manos una humedad caliente.
Minutos interminables de espera... media hora después Thor reaparece en brazos de un padre preocupado pero seguro.

Run, run, run, run, run, run, run, run... // Go, go, go, go...

Mente temerosa, mente cobarde e ineficaz. Mente mentirosa, callada, dormida, despistada, silenciosa... ¿Qué pienso? ¿Qué quiero? ¿Qué pasa? SUBORDINACIÓN, subordinación y tortura. Empecinamiento y posterior arrepentimiento. Cegada y obstinada, perversa y dolida, abusiva, borde y egoísta.

To miss

Ojo derecho se emociona, baila y se derrite. Ojo izquierdo resiste...
Y se suceden las carpetas, y se suceden las lágrimas...

Mi amigo Manuel

Mi amigo Manuel tiene los ojos verdes, mi amigo Manuel parece un gnomo, de estos que viven 200 años y nunca envejecen a partir de una cierta edad, en este caso los 74 años. Mi amigo Manuel tiene barba blanca, es delgado y de piel morena. Mi amigo Manuel habla gallego. A mi amigo Manuel le encanta nadar, por eso va todos los días a la playa. Mi amigo Manuel es uno de aquellos filósofos que te encuentras una sola vez en la vida. Mi amigo Manuel me llenó por dentro y me abrió puertas sin pretenderlo. Mi amigo Manuel me dio esperanza y mi amigo Manuel me conmovió...


Gracias, amigo Manuel.