jueves, 25 de enero de 2007

Cuánto mal se respira

Tengo un problema con los exámenes, no me pongo nerviosa (no en los que sé de sobra que voy a aprobar (véase únicamente inglés)), pero en este cuarto examen de Inglés III, he vuelto a hacer lo de los anteriores, pero más agravado. Empezamos bien entrada la una del mediodía. Eran, para traducir, de una Sentencia, cuatro párrafos como cuatro soles. Y acabé a la una y media bien pasada. Al principio del final tenía pretensiones de ponerme a repasar, pero justo cuando he puesto el punto final, se me han ido las ganas, me he levantado y he entregado. No revisé una mísera línea y, para el ranking de entregas (la cuarta) no pinta nada bien teniendo en cuenta que faltaban diez Ases para entregar, entre ellos el que se sentaba detrás de mi, que me dijo en una preocupada y frenética pregunta lo siguiente : ¿¡¿ya acabaste?!? y creo que las exclamaciones (que hacen de embutido) vienen a expresar el tono de pánico de su voz. Pero tenía ganas de largarme y no es que la clase de inglés irradie ningún sentimiento negativo. Puede ser, quizá, por ello. Quizá me dé pánico el después, el salir y juntarse con los demás alumnos (todos ellos majísimos (menos el delegado, que es un poco jilipoyas (con j e y))) y comentar el examen y despedirnos hasta siempre, porque ya se acabó inglés en toda mi carrera y qué mal, era genial. Pena que no me quedase hasta el final del examen...