sábado, 1 de noviembre de 2008

Hay más dentro, pero no sale y se acerca la fecha

Hoy mi perro bebé tuvo una pesadilla en el salón. Movía el hocico y los bigotes muy muy rápido y gruñía en bajito grrr, grrrr. Espero que no estuviera soñando conmigo y la mirada de culpa con la que lo trataba. Es que es un perro que llegó con sentimientos que no le pertenecían.


A Guillermo le gusta mucho explicar las cosas, habla explicando. Y a mi me gusta hablar con él de cualquier cosa porque Guillermo, cuando no habla, escucha con mucha atención. Pero hay cosas que yo no le puedo contar a Guillermo y hay cosas que él tampoco me dice. A mi me da un poquito de pena porque me parece buena persona y lo veo tan solo. Le he preguntado si tenía amigos con los que hablar de verdad:

- Entonces, ¿nunca hablas de verdad con nadie?
- Realmente, no.