martes, 25 de marzo de 2008

Junto a la ventana con los labios sin pintar

Es tan absurdo pensar en un avión. Tanto como un ala gigante surcando los vientos a una velocidad impensable. Nubes blanquecinas teñidas ligeramente y al fondo, un naranjamarilloverdeazul. Un inmenso azul de último o de primero, según.Es intenso pensar en Barcelona, para mí, me es intenso. El verbo se transforma en algo más tangible y cambia su naturaleza. Es como una caricia, acariciarle las esquinas. Despacito. Es morderte el labio inferior. Mi infancia intermitente en ella, a ratos, pero infancia. Es mi primo el rubio, las muecas de su padre o el humor de nuestro avi, por citar. Son muchas cosas Barcelona; y la mirada de mi padre a caballo del aire.