domingo, 25 de noviembre de 2007

Aujourd'hui je romps ce long silence pour te confirmer tout ce que je t'écrivais il y a environ deux mois

Las señales. Mucha gente se motiva por ellas, como si fueran una pequeña botella a la deriva; sin fundamento. Un significado en la retina pero ya olvidado. Continente, contenido al vacío. Metáfora, real canica de arena. Anónima y autodidacta. Sin flagelos; intrascendente. Cientos de millas, kilómetros o mucho tiempo acumulado. Posibilidades remotas. Otra época y qué diría Rimbaud.


Escrito incongruente en manos ajenas peor condicionadas. Entonces impulso de soltarlas, dejarlas escapar en aquella excursión "científica", mitad de las Azores. Hermetismo solidario, cerrado, intangible. Un algo de cosas inútiles como aquel diálogo sobre amenazas inocentes rebosantes de superioridad; insultos menores a expensas del conocimiento. Aquella proposición de compañerismo para siempre en carrera inexistente. Para siempre, cuánto daño para ser sólo una afirmación; siempre he creído que las preguntas dolerían más.
Tantas, tantas cosas fútiles que me marean. Mi tostada quemada y Verlain disparando a fuego quemado.