domingo, 30 de abril de 2006

Adeu 15.04.2006

Esto es otra despedida, lo sabes, lo sé... como siempre. Conocemos muy bien lo que son, pues con esta van más de veinte, pero al fin y al cabo, una despedida tan sólo es una promesa de un futuro reencuentro.
Llevamos dieciocho años así, viviendo separados pero amándonos en silencio, por lo que no tendría que ponerme triste, pero ocurre. En los últimos instantes que tengo para contemplarte, saco el brazo por la ventanilla y te hago unas cálidas señales de despedida, de adiós. Y mis ojos se llenan de un líquido transparente con sabor a mar y se dirijen a los tuyos por última vez, hasta dentro de un largo año.
Y por último, lejos ya de ti, miro ese coche del carril derecho, que poco a poco se va quedando atrás, tan lleno de significado, aunque no conozca ni su matrícula ni a sus ocupantes, pero que, tan irremediablemente, me recuerda a ti con sus colores amarillo y negro... Barcelona, batega!