lunes, 27 de febrero de 2006

6 necesitaba

Necesitaba que me abrazaras y me dijeras que no me encoja, que me pidieras a gritos tocar mi uña chunga, que ya no está. Necesitaba que me mordieras la cara y que te justificaras diciendo que me querías.
Necesitaba ver y sentir que todavía nos unía ese lazo especial de cariño y amistad, comprobar que no estaba roto, sólo arrugado por el paso del tiempo, que con una caricia se pudiera planchar. Necesitaba verte y decirte que sí, que seguía pensando en tí y que necesitaba escribirte estas líneas para desahogarme de lo que me producía esa separación que fuimos alimentando poco a poco y que era tan grande que me dolía al respirar.
Ya no era lo mismo, todo había cambiado. Algo se había enfriado y esa frialdad no me gustaba, ¡la quería cambiar! Pero para ese cambio necesitaba un par de ojos marrones, una nariz con tres lunares, una boca de labios finos y ese mentón tan perfecto.

Necesitaba todas esas cosas. Te necesitaba. Pero ya no, ya no tanto.