martes, 6 de enero de 2009

Cómo fuma Ana R., qué ganas de alcanzarla

Me descubro colocando mis contraseñas en pantallas gigantes, tirando a la basura las cartas de amor y dejando huellas dactilares en las ventanas de los bares. Se me caen muchas pistas y dejo otras tantas al aire libre. He tenido una comida familiar poco familiar. Después de diez años, una cena de nietas. Algo ya incoherente, para ir con unas copas de más y dejar a tu mejor sonrisa sustituir las peores palabras. Es una aproximación inverosímil, poned debajo de los nombres vuestros números de teléfono. Falseé algún dígito, es que tengo una letra, y unos números, difíciles.