domingo, 23 de noviembre de 2008

De un inesperado viaje

Estoy en la sala Apolo, en Barcelona. Es domingo, son las diez y media pasadas y escribo a una mano. A mi lado está mi amigo Denís, no sé que hace con el móvil en la mano, si estamos en un concierto! Se escucha "Anoche (el puñal y la memoria)" y veo una penita más grande que un ciempiés. Aplausos y silbidos, el público está entusiasmado, pero shhh qué dijo? Acordes, mmm se me escapa, es de Cerrado... "Glue", claro! Me quedan 5 minutos y me tendré que ir, por el vuelo, que si no, lo pierdo.

Alguien que cuide de mí,
que quiera matarme
y se mate por mí

Se acaba todo para mí, es hora de volver a casa. Valió la pena ese último vuelo de la tarde, con azafatas guapas y ninguna turbulencia. Denís está algo cambiado, más mayor, más solo, más suelto. No he tenido oportunidad de ver a nadie más, el tiempo apremia y mañana tengo que presentar un trabajo, aún falta redactarlo e imprimirlo, pero todo está en la cabeza. Ha tocado canciones que no había escuchado en directo, las giras conjuntas, claro. Sólo una espinita: no pude escuchar "Eclipse", mi favorita del último. Los viajes buenos es lo que tienen.