miércoles, 1 de octubre de 2008

Algo parecido a la locura



Se mezclan cosas intangibles como un zumbido de abeja, pero conste que digo uno y no dos. Cuerpos yacentes con vida, carros que tropiezan en cada baldosa y un largo etcétera. La vigilia del vigilante y cosas parecidas. Me vuelves loca ¿y cómo? no sé, ha de ser un juego de pies, los movés de tal forma que. Y te diré que tenemos una conversación pendiente y me la intentarás.


Hacemos trincheras por todo el aeropuerto, esto es la guerra: mochilas, maletas de mano y yo tengo un abrigo qué buena idea, y yo un rifle semi automático y qué imaginación la tuya o ya está la exagerada. Luego se intercala la secuencia de los pies cruzándose: ahora botas rosas atropellan a mocasines y se cruzan chancletas y los tenis viejos, es todo como la macedonia. Formamos un tribunal subjetivo, tenemos en cierta manera el poder: a ésta hay que aplaudirla y la nueva ofrecerle un bocado de su chocolatina, aquí todos contribuimos.