lunes, 18 de febrero de 2008

Te invito a mi submarino si me prometes que no se hundirá en alta mar


He pasado los últimos quince días encerrada en mi submarino, echándote de menos con todos los poros de mi piel. Esas ganas son las que han provocado una grieta en la chapa amarilla, el mar casi me traga. Le he prometido a Lisa que hoy irías a repararla, a inundarla de besos, me ha creído y se ha puesto contenta, a pesar de ser un submarino. Ya tiene preparado tu traje para la inmersión. LLeva botones.