miércoles, 2 de mayo de 2007

Un globo que no estalle, por favor

Me ilusiono demasiado sin razones aparentes. Una verdad que me ha dolido, dos verdades que quisiera cambiar. Una llamada me ha confirmado que no estaba lo suficientemente dormida y borracha para que el hecho se convirtiese en ficción. Fue real. Cómo es posible...


Y ella, ella me hizo más daño que nadie. Me apretó el corazón y lo exprimió luego con sus uñas rojas, para que se mezclaran con mi sangre, sangre envenenada. Caí en su red, en su mustia red que odio y amo al mismo tiempo. Ganas de destrozarla, ganas de acunarla.