domingo, 16 de abril de 2006

Iron Maiden

Y esta chica de hierro está demasiado cansada para mantener su apariencia de chica dura sin corazón. No puede seguir con esa personalidad de montaña. La niña de su interior la mira con ojos de corderito degollado blanco-nieve y por fuera, la chica se derrite y se derrumba. La niña invade su alma, vuelve a sentir amor y dolor, revive en el cuerpo que una vez abandonó y se siente a gusto, en casa. Pero no por mucho tiempo. Quizá mañana, cuando amanezca y se despierte en medio de plumas verdes y rojas, ya no sea esa niña dulce, sino la chica desgarrona.