domingo, 1 de abril de 2007

La retina se me encoje, el corazón se me expande grande grande


No se puede salir hasta las tantas y hacer como si no pasara nada. Es una lección recién aprendida. Después de estar al sol, te coge el frío, es algo normal. Y tiemblas, claro. Tampoco lo sabía.
Sólo quedan unas horas. Aún no me he duchado ni he hecho la maleta, está a medias. No me han venido a buscar y el pelo no lo quiero llevar así, no me siento identificada y al mirarme en el espejo me asusto. Necesito mi melena leónida. Necesito llevarme a mí misma y no una copia de pelo liso sin pensamientos profundos por temor a que se rice. Ansiaba el viatge cap a Ítaca, aunque no fuera a Ítaca precisamente, pero ahora me siento vacía. Será la resaca. Llegaré a las 5. Quiero pasearla de nuevo. Quiero abrazar a mi avi.