sábado, 16 de septiembre de 2006

Tres

Shhh, no estoy -estoy escondida y no quiero que me descubran-. No digas nada, disimula, haz como si no me vieras. Mira al frente, gírate y vete.
Hoy, un día tan encantador como hoy y me he enfadado dos veces; no, tres. Porque las veces que te enfadas contigo misma también hay que contarlas.
Todo iba perfecto -bueno, no perfecto-. Todo iba bien, día en casa, sola -sola no, con el perro-, día de cultura: leer, pasear por el bosque, ver películas, series, escuchar discos -porque hace poco aprendí que no se escuchan canciones, sino discos, aunque a veces no hago caso...- y dibujar. Hacía mucho que no dibujaba... Y hace apenas dos horas todo se fue abajo -o al carajo-.
Una conversación torcida por una "promesa" oscilante, después de que ya me hubiera hecho a la idea y para rematarlo, un enfado por un enfado -¿tu te enfadas? pues ahora yo me enfado más porque tu te enfadaste...- y la conclusión es un enfado general, malas pulgas y un autocastigo. Noche sin peli, noche sin serie, noche sin conversación, pero noche con disco y noche de lectura, all I need.