Red Nightmare

Dori me cubre la barriga, pero no es suficiente y me levanto. Mis pies tocan las frías baldosas y el espejo me devuelve un rostro blanco de labios pálidos. La sangre recorre mi cuerpo, por dentro y por fuera. Mis rodillas tiemblan hasta dar con el duro suelo. Mi cabeza se sostiene entre mis dos brazos, sobre el aro blanco. Pero nada sucede y decido sentarme para estabilizarme, pero todo da vueltas, bailando una danza macabra. El fuego de mi nuca se hace más intenso y lame mis orejas y de repente sucede: mi cena abandona el estómago... Me arrastro hasta la puerta de mi amigo Denís, que me abraza intentando traspasarme color, estabilidad y bienestar...

Rocío: gracias por tus charlas amenas, las risas que me eche por tu culpa, tus cuidados de mamá incompetente pero cariñosa, el tabaco de contrabando y las galletitas de la abuela ^^
Denís: gracias también por ese tiempo de risas y por esas fotos tan divertidas que ya me pasarás, por tus cuidados de padre responsable y eficaz, y por los mentos con sabor a fruta variada ;)
Hugo: gracias por cederme una bolsita de manzanilla...