miércoles, 31 de mayo de 2006

Ascensor

4...3...2...1..."clin" se abre. Lo primero que veo, al principio, es un interior rojo oscuro. A medida que se van abriendo las puertas, aparece una mujer o quizá un hombre, doblado por la mitad, con la cabeza hacia abajo, a la altura de las rodillas, o quizá más arriba. Sus ojos blancos, abiertos e inexpresivos acentúan su mueca de terror. El suelo está inundado de sangre, sangre que emana a borbotones de su estómago y sangre que cae del hilillo que le forma en la boca, abierta en un grito mudo.